Tres proyectos con participación de académicos/as de la Universidad de Concepción (UdeC) resultaron seleccionados para financiamiento a través del concurso IDeA Tecnologías Avanzadas 2024 de la subdirección de Investigación Aplicada de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID.
Dos de las propuestas adjudicadas son dirigidas desde la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la UdeC. El proyecto que obtuvo la mejor puntuación técnica (4.22) de todas las propuestas seleccionadas a nivel nacional, se titula Tannigel Forte: Superabsorbente biodegradable de larga duración para la eficiencia hídrica en cultivos y está a cargo del Dr. Bruno Urbano Cantillana, académico Departamento de Polímeros.
La iniciativa busca mejorar la tecnología desarrollada por el Dr. Urbano, un producto superabsorbente biodegradable para uso agrícola, aumentando tiempo de vida útil del producto en el suelo. “Estamos súper contentos y orgullosos del trabajo que hicimos en la postulación”, señaló el Dr. Urbano y destacó: “el equipo de investigadores es muy amplio, participan colegas de las Facultades de Ciencias Químicas, Ciencias Forestales, Agronomía e Ingeniería Agrícola, además de empresas nacionales e internacionales y este proyecto nos ayuda a consolidar la investigación aplicada en nuestro grupo de investigación LIMMGroup”.
En tanto, la Dra. Romina Romero Carrillo, investigadora del Departamento de Química Analítica, encabeza la propuesta que obtuvo la segunda mejor calificación a nivel nacional (4.14), titulada: Innovación en tratamiento de aguas grises para ecorriego: Reactor Fotocatalítico con Intercambio Iónico para Reciclaje de Aguas Grises destinadas al uso en Horticultura Urbana y Paisajismo Sostenible.
“Este proyecto tiene un sentido científico, de investigación e innovación muy importantes. Pero también tiene un sentido social, con la idea de aportar directamente en la comunidad”, detalló la Dra. Romero. El propósito de esta iniciativa es desarrollar una tecnología modular para el tratamiento de aguas grises, es decir, las provenientes de usos como la ducha o la lavadora. Se espera que “a través de una tecnología foto-catalítica, sea capaz de eliminar componentes orgánicos como contaminantes emergentes y, después, pasar a una segunda etapa donde pueda eliminar también metales, combinado con la eliminación de microorganismos”.
“El enfoque de nuestro proyecto es utilizar esta agua para una horticultura urbana, en el contexto actual, en que hemos visto que, producto del calentamiento global y otro tipo de multifactores, las temperaturas en las ciudades han estado subiendo mucho, y que, además, las áreas verdes están disminuyendo, esencialmente porque el costo de mantenimiento por regadío también es muy grande”, enfatizó.
Colaboración con otras instituciones
En la misma línea de financiamiento, fue adjudicado al Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA) el proyecto Nanobark: Investigación, desarrollo y validación industrial de un nanomaterial en base a corteza de pino como componentes de adhesivos para la producción de tableros. Innovación, sostenibilidad y economía circular. En él participa el Dr. Regis Teixeira Mendonca del Departamento de Manejo de Bosques y Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Forestales.
Al respecto, el director de Desarrollo e Innovación, Dr. Jorge Carpinelli Pavisich destacó que “estamos muy orgulloso por los resultados de nuestra Universidad, que nuevamente lidera el listado de iniciativas adjudicas en este programa, lo que viene precedido de un sentido de responsabilidad que adquirimos como institución en llevar adelante con excelencia científica las propuestas que nuestros investigadores e investigadoras se han formulado”.
“Es muy relevante señalar que, en esta convocatoria, las dos propuestas que lideramos abordaran un tema crítico, como es el uso eficiente del agua. Para esto las capacidades de nuestros equipos de investigación permitirán usar o reutilizar este recurso vital con mucha más eficiencia, ya sea por medio de la formulación de compuestos superabsorbentes mediante la combinación de biopolímeros, o reutilización de aguas grises a través de procesos de fotocatálisis”, destacó el directivo.
Carpinelli finalizó indicando que “estos programas además cumplen con un aspecto clave en el proceso de transferir tecnologías, pues le proveen de importantes recursos para avanzar en su madurez tecnológica y cerrar brechas y validaciones de escalabilidad, esenciales para que se transformen en una innovación con impacto.